jueves, 30 de junio de 2022

“LOW COST”: EL OSO EN ESCENA

Javier Acosta Romero 

usygly@gmail.con

Low Cost es un espectáculo que tiene toda la facha de ser un performance. Frente a un performance el espectador siempre está en desventaja, requiere de información para digerir lo que presencia. Regularmente los performance crean (no usan, crean) símbolos, alegorías, de tal manera que frente a la extrañeza el espectador duda, se desorienta y busca información que lo apoye. Cuando entendemos el propósito de Low Cost como performance, todo cambia, así que lo conveniente es entrar a este espectáculo tomando en cuenta la información previa sobre el montaje mismo y sobre la dramaturgia escénica. Dejo aquí unos enlaces que considero necesarios para ello, seguramente faltan más:

https://www.sabinaaldana.com/lowcost

https://laurauribeartesvivas.wixsite.com/site/low-cost

https://teatrounam.com.mx/teatro/entradasteatro/low-cost/

https://www.ifema.es/noticias/negocio/low-cost-que-significa

https://www.fernandatapia.com/las-planas/low-cost-paisaje-escenico-sobre-la-crisis-climatica-una-calurosa-experiencia-multisensorial-y-reflexiva/

https://descubreenmexico.com/low-cost-invita-a-reflexionar-sobre-la-crisis-climatica/

Previamente había visto un espectáculo de las autoras, Laura Uribe y Sabina Aldana, Calle Amor (2022); donde el mayor atractivo fue el trabajo de Aldana (Ahí le llamaron “dirección de arte”; quizá en todo caso lo que hace Uribe en Low Cost sea eso.) construyendo ambientes y logrando atmósferas, en un discurso paralelo a la verborrea predominante (significativa pero no determinante para la evolución del espectáculo; ¡wow!, como en Low Cost), fue un recorrido estilístico de escenografías, partiendo de un realismo burgués de finales del XIX hasta llegar a un urbanismo minimalista de finales del XX. Visualmente entretenida; pero eso fue Calle Amor.

Low Cost (2019), repuesta por la UNAM en este 2022, parecía una buena ocasión para demostrar una efectividad teatral significativa, y no dudo que lo puedan hacer, sin embargo, esa cosa de permitirse ser intervenidos (yo diría condicionados) por su política de creación, refrena el potencial artístico ya que siempre andan negociando sus creaciones, en este caso, con una especialista que al parecer se encargó de censar los contenidos: Alice Poma, doctora en Ciencias Sociales. Ya me imagino a Brecht creando colectivamente  Galileo Galilei con astrónomos, historiadores y con el clero. Lo que lleva de nueva cuenta a cuestionar la función del arte. Porque así como un director de arte es capaz de sostener un espectáculo como Calle Amor, también es capaz de hacer un buen comercial para Coca-Cola. Low Cost es un manojo de recursos escénicos al servicio de un discurso que se alimenta de divulgación científica. En algún espacio de Universum (Museo de las Ciencias de la UNAM) estaría perfecto y sin necesidad de fijar a los espectadores en una butaca, porque para mantenerlo en una butaca le falta un factor fundamental que dinamice (humanice) la verborrea científica y proplaneta (Como si realmente al planeta le importara) del espectáculo; tradicionalmente uno diría que falta la construcción de personajes (ahí el talento de un dramaturgo), pero por tratarse de un texto de divulgación sobre la plataforma de un performance, faltaría demostrar, no mostrar, demostrar una tesis polémica (polémica, no moralmente correcta). No la tiene. Porque si la tuviera sería algo que el cuerpo recordaría (Lo malo de los performance es que les da una pereza gigante explicar y por eso las explicaciones las dejan en los programas de mano, en entrevistas, en fichas técnicas, audios, videos…) Eso sí, les encanta ser declarativos, siempre tienen cosa que decir, qué mostrar, a su manera.

Sin embargo, en Low Cost se puede observar un hallazgo al que Uribe y Aldana le dieron visto bueno, al menos desde el estreno que ocurrió en 2019. La escena (iba a escribir “cuadro”) del oso polar y su inminente extinción (eliminación, supresión, liquidación, se fini oso polar, de la faz de la tierra, como miles de personas y cientos de miles cuando realmente ya no haya osos). Cualquier corazón de piedra se reblandece con ese drama, bien caracterizado por Antonio Salinas. Crea expectativa, crea emoción. Dramáticamente hubiéramos esperado que el oso hablara, dijera algo (se juega con esa tensión), pero se conserva en su carácter animal; luego el actor entra en crisis interpretativa (Lo cual es genial), muestra el artificio y uno sabe que la belleza de la naturaleza acabará a manos de la acción humana a pesar de los cuidados que existan. Aquí me detengo porque en el programa se señala que esa escena tiene como base una obra del mismo Antonio Salinas [La fiebre del Oso Polar], e incluso se señala una cocreación de pieza vocal para el oso, con la actriz Carmen Mastache. Honor a quien honor merece. Los otros cuadros (iba a poner capítulos) no producen nada, considero se encuentran por debajo del nivel de lo montado en Calle Amor (2022), sobre todo porque hay tema-dato en frío pero no situaciones, como en Calle Amor, donde sí se caracterizan personalidades y sus situaciones ¿O será cuestión de presupuesto? Por un lado dineros de EFIARTES, y por el otro… Se señala en el programa que la producción es de Conacyt (2019). Entrañable y muy necesaria la intervención del oso en Low Cost.

Si los espectadores se organizaran, sería prudente que desde las butacas corearan ¡Oso-oso!, para presionar a que presenten directamente la escena del oso polar. Y terminada su intervención volver a gritar ¡Oso-oso! para disfrutarlo de nuevo. Aplaudir e irnos.

Desgraciadamente termina su temporada este domingo 3 de julio, en el Teatro Juan Ruiz de Alarcón, de la UNAM, pero esperemos pueda continuar en otros espacios.

Imagen tomada de TeratroUNAM


Ficha técnica, según el programa de mano de la UNAM: 

Elenco

Antonio Salinas – Actor protagónico

José Miguel Mondragón Núñez – Bailarín- figurante 1

Vladimir Iván Grajales Meave – Asistente técnico – figurante 2

Daniela Plaza Gómez – Asistente de dirección y figurante 3

Eduardo Arriola Núñez – Asistente Técnico – figurante 4

Dirección y dramaturgia: Laura Uribe*

Dirección de arte, escenografía, utilería y vestuario: Sabina Aldana

Concepto: Laura Uribe y Sabina Aldana | L.A.S [Laboratorio de Artistas Sostenibles]

Producción ejecutiva: Ginna Narváez Rubio

Productor residente Teatro UNAM: Joaquín Herrera

Video Arte y dispositivo multimedia: Héctor Cruz

Diseño de iluminación: Tenzing Ortega

Diseño sonoro: Homero Guerrero

Asistente de vestuario: Andrea Larios Padilla

Asesoría en investigación científica: Alice Poma

Traducción al náhuatl: Raúl Hernández Lara

Diseño de botarga de oso polar: Mauricio Ascencio

Cocreación de pieza vocal de oso polar: Carmen Mastache y Antonio Salinas (Parte de la obra La Fiebre del Oso Polar de Antonio Salinas)

Producción general: L.A.S. [Laboratorio de Artistas Sostenibles]

Voces en off: Ing. Luis Rodríguez Terán, César Cavildo, Claudia Bernardi, Gala Gutiérrez, Sabina Aldana, Homero Guerrero, Antonio Salinas y Laura Uribe.

Este proyecto (297992) de la Convocatoria para Proyectos de Apropiación Social del Conocimiento de las Humanidades, Ciencias y Tecnologías 2019 fue apoyado por el Conacyt.

*Beneficiaria del Programa Sistema Nacional de Creadores de Arte (SNCA) 2022-2024, del Sistema de Apoyos a la Creación y Proyectos Culturales (SACPC)