Presentación del dramaturgo Jorge Omar Cortés para el libro de cuentos La Tarde, de Javier Acosta Romero, en Casa María José y Octavio Paz, el 16 de diciembre de 2023.
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Cartel del evento |
LA ENSEÑANZA Y LA ESCRITURA
Jorge Omar Cortés***
Vamos a remontarnos al lejano año de 1993. Hace ya treinta años de eso. Así que si ustedes, amables escuchas, quieren recrear esta escena en su imaginación pueden hacerlo con toda confianza en blanco y negro o en tonos sepia.
Nos encontrábamos ensayando una obra escrita por el Taller de dramaturgia del Colegio de Literatura Dramática y Teatro. Estábamos en el espacioso estudio de uno de nuestros profesores, Felipe Díaz y Almanza. Era el momento de descanso después de haber realizado una primera lectura del texto. Yo, en mi doble función de coautor y actor de la obra, platicaba con el director. De pronto, se me quedó viendo a los ojos, me puso su mano en el hombro y en tono confidencial me dijo:
–Pues debo felicitarlos sinceramente porque este texto les quedó muy bien. De veras nunca pensé que ustedes fueran capaces de escribir algo así.
Incautamente le pregunté por qué.
–Porque ninguno de ustedes tiene facha de escritor. Bueno, no: uno de ustedes sí. Ese que está ahí.
Y dirigió su mirada hacia un rincón del estudio. Cuando yo me volví al lugar que señalaba pude ver a Javier Acosta Romero muy cómodamente instalado en un sillón comiendo cacahuates. Cuando se percató de que lo mirábamos sonrió, alzó el brazo y agitó su mano, como diciendo "sí, aquí su seguro servidor, soy yo mero del que ustedes hablan".
Mi pudor y orgullo propio me impidieron preguntarle al director de qué tenía facha yo.
Pero este todavía fue más temerario en la observación que había hecho:
–No creo equivocarme en lo que te digo, de todos ustedes él es el que se va a dedicar más de lleno a la escritura. Ya verás.
Su vaticinio resultó más efectivo que los de Mony-vidente. De todos los miembros que integramos aquel taller, Javier es el que se ha dedicado con mayor asiduidad, constancia y tino a la labor de la escritura. Su formación dramatúrgica no le ha impedido lanzarse, como un verdadero kamikaze de la pluma, a los retos más variopintos y arriesgados dentro del mundo de las letras: es cierto, lo he visto escribir obras de teatro originales y adaptaciones, pero también poemas, cuentos, novelas, guiones televisivos, argumentos cinematográficos, críticas teatrales y literarias y hasta, si mal no recuerdo, textos para historietas. Todo un estuche de monerías, apuntaría mi abuela.
Los caminos de la vida, como dice la sabiduría popular a ritmo de vallenato, lo llevarían también, hace 25 años, al mundo de la docencia. Regresó allí mismo, donde él había estudiado su bachillerato: al CCH Sur.
Desde entonces ha desempeñado su labor de profesor de Literatura con profesionalismo, entusiasmo y dedicación, pero también con un gran espíritu crítico. No ha sido una tarea sencilla y es que, seamos sinceros, en México la educación nos duele. Basta ver el revuelo y la serie de opiniones encontradas que han generado los últimos resultados de la prueba PISA.
Lo cierto es que en este libro que hoy estamos presentando, Javier ha podido unir dos de sus grandes pasiones en la vida: la enseñanza y la escritura. Se trata de veintidós relatos que se desarrollan en el ámbito escolar del nivel bachillerato.
Lo primero que llamó mi atención al leer este libro fue la multitud de voces que pueblan los cuentos allí contenidos. Aparecen varios personajes, pero todos están perfectamente delineados, aunque su intervención sea breve; es como si el autor hubiera podido captar el momento justo que describe sus personalidades. Al más puro estilo de Hemingway, nos muestra la punta del iceberg, pero nos da pistas para intuir que debajo de eso hay mucho más. Y no vayan ustedes muy lejos, lean el primer cuento y se encontrarán con una chica que rechaza la fama y que, de manera harto simbólica, pero no por eso menos dolorosa, le da una patada en los huevos a su principal admirador. Uno adivina que detrás de lo que ahí sucede hay un espíritu crítico, un firme rechazo a los valores establecidos y una rebeldía que se está abriendo espacio en la construcción de una identidad.
Ah, pero no se piense que en estos textos aparece únicamente el punto de vista de los estudiantes. Javier, fiel a su formación dramatúrgica, es capaz de ponerse en el lugar de los diferentes agentes de la educación y asumir sus posturas con compromiso y sinceridad. Sí, aparecen las versiones y apreciaciones de los estudiantes, pero también las de los maestros, los padres de familia y hasta las de las autoridades. Por ejemplo, aquel relato donde el director está de lo más quitado de la pena en su oficina cuando, de repente, se da cuenta que una turba de estudiantes, sin decir agua va, entra por asalto a tomar la dirección. ¿Se imaginan ustedes qué experimentará un director cuando vive una experiencia así? Pues para bienaventuranza de todos, la respuesta está aquí, en este libro. (Por cierto, la resolución de esta historia tiene un toque muy teatral.)
Claro que también aparecen los amores frustrados, los amores imposibles, esos que son los favoritos y más recurrentes de la adolescencia. Pero qué tal si un maestro, que se siente a salvo de todo eso, se topa por casualidad, al revisar unas tareas, con una historia de amor malogrado que se enlaza con su pasado. Como diciéndonos que los ciclos se repiten, que esos estudiantes somos también nosotros, los adultos que parece que hemos olvidado las angustias que padecimos en nuestra juventud.
Lo que quiero decirles es que en este libro van a encontrar una miscelánea de historias, una gran variedad de puntos de vista y opiniones, diferentes tesituras y tonos, como en una botica bien surtida. Porque hay historias que podemos ubicar dentro de una aparente cotidianeidad, pero hay otras que rozan el territorio de lo fantástico, otras que se instalan en uno de los lugares más gozosos de la literatura: ¿Qué pasaría si...? ¿Qué pasaría si un profesor fuera feliz a pesar de tener que lidiar con nueve grupos de cincuenta y cuatro alumnos cada uno; si tuviera tiempo de revisar a detalle cada uno de los trabajos de sus estudiantes para corregirlos, al menos, en tres diferentes ocasiones; si pudiera atenderlos con la mejor de las actitudes posibles no importando la indiferencia de sus alumnos o sus acciones francamente pasadas de lanza; y si, encima de todo esto, todavía llegara a su casa descansado, con energía y los ánimos suficientes para lavar trastes y hacerle el amor " como gamo a su esposa" ( aquí cito al autor porque no me consta el desenfreno sexual de los que a mí me parecen apacibles animalitos)? ¿Qué pasaría si un profesor pudiera comportarse de tal manera? Seguramente habría algo muy extraño detrás de todo eso. Y sí, si ustedes quieren conocer lo que realmente pasa y cuál es el misterio, la respuesta está en este libro.
Ya les dije que Javier es un arriesgado, alguien que no teme a los retos, y siendo así no faltan en este conjunto de cuentos historias de fantasmas o de alumnos desesperados que, a falta de una mejor opción, se encomiendan a Santa Claus para pasar una materia.
Hay humor, hay empatía, crítica y esperanza; a veces hay desazón, frustración, coraje y desencanto, pero también hay sueños y anhelos. Eso sí, lo que no falta en ninguno de estos relatos es una gran inteligencia, esa inteligencia que no solamente sabe razonar, sino que también es sensible y sabe conectar con las emociones de los personajes y del lector.
La tarde es una lectura altamente recomendable.
La profecía de aquel director se cumplió: Javier, con el paso del tiempo, se convirtió en un escritor en toda la extensión de la palabra. Y este libro da perfecta cuenta de ello.
Nota: El libro se consigue en Librería El Hallazgo a 180 pesos (Mazatlán #30, Col. Condesa, CDMX); también se consigue la versión digital en la plataforma Kindle, por 150 pesos: https://www.amazon.com.mx/Tarde-Javier-Acosta-ebook/dp/B07KMSKPYZ
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***Jorge Omar Cortés.- Nació en la Ciudad de México en 1971. Estudió la carrera de Literatura Dramática y Teatro en la UNAM, con especialidad en dramaturgia. Ha escrito diversas obras dramáticas que se han presentado en diferentes recintos teatrales, tanto de la capital del país como del interior de la República. Entre sus obras representadas se pueden mencionar: El cuarto oscuro (Foro Sor Juana Inés de La Cruz), Si te vas antes que yo (Teatro Félix Azuela), Yo sólo sé que no leo nada y La isla de las larvas (Teatro San Millán), Ángeles sin sueño (Teatro Rafael Solana) y Los niños perdidos (Foro Luces de Bohemia). También ha escrito varias adaptaciones o versiones teatrales para el Tecnológico de Monterrey, la Universidad Iberoamericana y el CEDART Diego Rivera. Entre sus adaptaciones se encuentran: Las mujeres sabias, El zoológico de cristal, El infierno de Dante, Cyrano de Bergerac, Madre Coraje, Romeo y Julieta, Sueño de una noche de verano y Tito Andrónico. Ha publicado El cuarto oscuro (Anónimo Drama 1998), El paisaje en la literatura mexicana (LunArena 2005) y De claro en claro: cuentos sobre el Quijote de la Mancha (Ediciones de Educación y Cultura, 2005).
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En la presentación de La Tarde, de izquierda a derecha: Juan Morán, Omar Cortés, Javier Acosta, Cecilia Santillán y Berenice Mena (Diciembre 2023). |